MURCIA. Citados en la sala Narciso Yepes de la Asamblea Regional, PP y Vox al fin se han sentado para negociar y desbloquear la investidura. Durante más de una hora, las delegaciones de ambas formaciones intercambiaron propuestas y contrastaron ideas y posiciones. Los populares ofrecieron un documento con 88 puntos. No se habló de sillones ni de cargos, ni siquiera para el segundo escalón de la Administración. Sin embargo, continúa pesando el principal obstáculo que les separa: el PP quiere un Gobierno en solitario y Vox se niega, partidario de una coalición. Al no profundizar en este tema, ambos salieron satisfechos y se emplazaron a rencontrarse de nuevo porque el gran objetivo todavía no se ha cumplido: un acuerdo para la investidura.
Los populares llegaron con el propio Fernando López Miras a la cabeza, secundado por su hombre de confianza y portavoz parlamentario, Joaquín Segado, y la diputada y secretaria de la Mesa de la Cámara, Mari Carmen Ruiz Jódar. Por parte de Vox, su líder regional, José Ángel Antelo, acudió acompañado por su persona de confianza en el Parlamento, el portavoz adjunto Rubén Martínez Alpañez, y la diputada nacional y candidata al 23J, Lourdes Méndez (exconsejera en su día del PP entre 2002 y 2004), y que "solamente entró para saludar", informan fuentes de Vox. Sí estuvieron presentes un hombre muy próximo a Santiago Abascal, Enrique Cabanas, que es vocal del Comité Ejecutivo Nacional, y un asesor del partido.
"Ha sido una reunión fructífera", resumía Antelo al término de la cita. "Hemos avanzado, nos hemos intercambiado los programas y hemos encontrado muchos puntos de encuentro", subrayaba, detallando que hablaron de programa y política. "Y ha habido entendimiento", enfatizó. El documento de 88 puntos recogía ideas como "la continuidad del trasvase Tajo-Segura, de solucionar los graves problemas de financiación, de proteger a las familias, a los jóvenes y a los mayores, de proteger el Mar Menor y de simplificar los trámites administrativos", tal y como expuso Segado. "Incluyen recogen los problemas reales de la Región. Lo importante son las políticas que hagamos para mejorar la vida de los ciudadanos", sostuvo.
El PP, además de la batería de medidas, ofreció a Vox poner en marcha una comisión de seguimiento en la Asamblea para que, "en el caso de que se llegue a un acuerdo, pudiera hacerse un control efectivo de la labor del Gobierno". Sin embargo, dicho acuerdo continuar sin ser una realidad. "Una parte de las políticas deben depender de Vox", remarcó después Antelo frente a la posición del PP, que sólo quiere un pacto programático. "Ellos le están dando vueltas a la formación del Gobierno. Tenemos la obligación de ponernos de acuerdo. Queremos que López Miras sea nuestro candidato y él tiene que querer ser nuestro candidato. Debe ser él el que de paso a ese gobierno", aseveró Antelo, en palabras recogidas por Europa Press.
El tiempo juega ya en su contra después de un mes (desde la noche del 28 de mayo) sin ningún contacto oficial sin más acercamiento que las llamadas previas al día de la elección de los miembros de la Mesa de la Asamblea. Aquel encuentro se saldó con fracaso, pues el PP se adueñó de tres puestos de la Mesa, Presidencia incluida, y dejó sin sitio a Vox, para disgusto de Antelo. Segado se opone, rotundo: "Entendemos que estamos legitimados para formar un gobierno en solitario. Ellos han pedido que les gustaría estar en el gobierno".
Sin embargo, pese al inexistente trato entre ambos en todo este tiempo, la reunión del deshielo llegó precedida de un gesto de los populares: el PP pactó con Vox una Comisión Permanente en la votación celebrada por la mañana para decidir cuatro comisiones. El PP, que tiene los votos para presidir todos estos órganos, permitió la Presidencia de una Comisión cuyo título gusta a Vox: Política Territorial, Medio Ambiente, Agricultura y Agua. Entre su tareas está la labor de vigilar "obras públicas, urbanismo, transportes, agricultura, ganadería, pesca, medio ambiente y agua".
La cuenta atrás ya ha empezado. El debate de investidura tendrá lugar este jueves y la primera votación se desarrollará el viernes. La segunda, en caso necesario de que no hubiera mayoría absoluta, se realizaría el lunes. Si no media un acuerdo, el PP no tiene los 23 votos para la mayoría absoluta que exige la primera votación de la investidura. En una segunda votación, López Miras requería de una mayoría simple, por lo que el PP tendría que reunir más 'síes' que 'noes'. Es decir, necesitaría cuatro abstenciones de Vox. Recordemos que Vox obtuvo 9 parlamentarios mientras que el PSOE consiguió 13 y Podemos Izquierda Unida se quedó en dos representantes.
Una vez que se celebre la primera votación, si esta fracasara (como es previsible), comienza un contador de dos meses para la repetición de las elecciones. Es decir, el plazo acaba el 7 de septiembre. Y mientras tanto el Gobierno regional sigue en funciones.
